¿Qué es el trastorno bipolar?

Es una enfermedad grave que afecta al estado de ánimo y es relativamente frecuente, afectando a un 3-6% de la población mundial en alguna de sus formas. La persona que sufre un Trastorno Bipolar (antiguamente llamado Síndrome maníaco-depresivo) pierde el control sobre su estado de ánimo, y éste tiende a presentar oscilaciones más o menos bruscas, que van desde la euforia patológica (llamada manía o episodio maníaco) a la tristeza patológica (depresión), sin que éstas estén en relación con acontecimientos estresantes normalmente.

El Trastorno Bipolar es una enfermedad crónica y que cursa con episodios, y es recurrente, en cuyo tratamiento los fármacos resultan imprescindibles, aunque a veces sea necesario complementarlos con una intervención psicológica adecuada.

La causa de este trastorno es esencialmente biológica, con influencia genética es su origen. Los neurotransmisores cerebrales, como la dopamina, la serotonina y la acetilcolina, juegan un papel crucial en cada fase de la enfermedad, y su aumento o su disminución provocan alteraciones en el estado de ánimo sin que medie necesariamente ningún problema personal, familiar o laboral que lo justifique.

Sin embargo, los factores psicológicos juegan un papel muy importante como desencadenantes de las descompensaciones del estado de ánimo. Factores de tipo psicológico, como el estrés, los acontecimientos vitales negativos (o también muy positivos) o determinados rasgos de carácter, pueden desencadenar un episodio maníaco o depresivo en una persona que sea vulnerable a la enfermedad, es decir, que tenga una serie de condicionantes biológicos (como antecedentes en la familia) que le predisponen a padecer el trastorno. Otro tipo de factores desencadenantes de la enfermedad serían el abandono de la medicación psiquiátrica, dormir menos horas de lo habitual, el consumo de alcohol o drogas, y también la toma de ciertos medicamentos, como lo corticoides.

El Trastorno Bipolar se considera un trastorno mental grave ya que produce una importante afectación en el funcionamiento de los sujetos y en su bienestar, con repercusiones tanto durante los episodios como en los períodos intermedios. Tanto en las fases maníacas como en las depresivas puede asociarse sintomatología psicótica. La necesidad de hospitalización es frecuente, sobre todo en las fases maníacas. Claramente se ha encontrado una asociación entre el TB y un incremento de la morbilidad (enfermedades) y mortalidad de los sujetos afectados, que se atribuye generalmente a los factores de estilo de vida asociados al trastorno y al abuso de drogas de abuso que, con frecuencia, se produce durante o entre los episodios. Además, las tasas de suicidio son altas entre las personas con TB.

También el ámbito de las relaciones interpersonales y del funcionamiento psicosocial se ve frecuentemente afectado, como consecuencia tanto de los comportamientos realizados durante las fases activas (ya sean maníacas, ya sean depresivas), como de la sintomatología residual que puede persistir en los períodos de eutimia (estado de ánimo normal). Se estima que más del 60% de las personas diagnosticadas de TB I experimentan dificultades laborales o interpersonales, y tienen tasas de divorcio 2 ó 3 veces más altas que la población general.

Para obtener más información sobre esta enfermedad, se puede consultar la Guía de práctica clínica sobre Trastorno Bipolar del Ministerio de Sanidad.

MA Psicólogos somos un equipo de expertos psicólogos y psiquiatras en Oviedo (Asturias), con experiencia en el campo de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de trastornos afectivos, como es el trastorno bipolar.

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